domingo, 25 de diciembre de 2011
Miré hacia mi ventana, estaba anocheciendo y no quería que ese día acabara, que se sumase a mis días de soledad, pensaba si en verdad eso le había dolido, (aunque a mi me dolieran muchas cosas que él hacía yo solía sentirme culpable si lo trataba mal). Tomé de la mesa las llaves de mi auto, quería quedarme, pero mis piernas siempre me guiaban hacía él y mi corazón me decía que debía pedir perdón. Conduje el vehículo confundida, y al acercarme a su casa, lo noté sentado en la vereda mirando hacía mi lado. Mis nervios se asimilaban al momento en que le hablé por primera vez y él me mostró su sonrisa, pero ahora era diferente, él no sonreía. Sus ojos tristes me decían "no deberías estar aquí", me quedé parada a dos pasos de distancia de su cuerpo, sentía su perfume y no podía evitar sentirme culpable, mi actitud lo dejaba asombrado. Solté un suspiro y dije: "Perdoname por esta semana, te amo, no era mi intención", quiso pronunciar alguna palabra pero no puedo, su voz seguía siendo muda y desconocida para mí. Di media vuelta en el lugar y conduje hacia mi casa. Debía dejarlo pensar, mañana hablaríamos, él no podía perderme, y yo lo necesitaba más que nunca
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BOLUDA ESTAS COPIANDO MIS TEXTOS.
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